14:32
Estoy sentado a una mesa. No sé cómo he llegado hasta aquí. Delante tengo un plato con un filete a medio comer, en mi mano derecha un cuchillo y en la izquierda un tenedor. Al lado del plato un vaso de vino tinto por la mitad. Enfrente está sentada una señora, estamos solos en la mesa. Sé que es mi esposa, pero no recuerdo su nombre, ni su cara. No la recuerdo en absoluto, pero por alguna razón sé que es mi esposa. En realidad, es el primer ser humano que veo en mi vida. Me mira y sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa.
14:40
Estoy sentado a una mesa. Mastico un trozo de carne. Miro a los lados y hay más mesas con gente comiendo. No reconozco el sitio ni como llegue hasta aquí. Es la primera vez que veo seres humanos y aquí hay muchos. Me molesta el ruido de las conversaciones. Sentada al frente está mi esposa. Sé que es mi esposa, pero es la primera vez que la veo. No recuerdo su nombre. Me sonríe y le devuelvo la sonrisa.
14:48
Estoy sentado a una mesa. En mi mano tengo una copa de vino, pero no recuerdo haberla cogido. Doy un sorbo, el vino esta bueno, fresco y afrutado. Enfrente está sentada una señora, sé que es mi esposa, pero no recuerdo su nombre. La saludo con un “hola”. No me contesta, solo me mira y me sonríe. Noto que es una sonrisa forzada. Una sonrisa de circunstancias. Hay mucho ruido en el local y muchos seres humanos. Es la primera vez que veo una persona en mi vida. Es extraño. Se supone que yo soy una persona, pero siempre estuve solo.
15:00
Estoy sentado a una mesa, pero no sé cómo llegue aquí. Delante tengo un plato con un flan y en la mano una cucharilla. Enfrente una señora de mediana edad. Me mira. Sé que es mi esposa, pero no la recuerdo. Miro a mi alrededor. Muchos seres humanos que abandonan el comedor entre ruidos y conversaciones. Son seres humanos como yo, pero nunca había visto a ninguno antes.
15:10
Estoy sentado a una mesa. Delante tengo un flan a medio comer. Mi esposa está sentada enfrente. Aunque no la recuerdo sé que es mi esposa. No sé su nombre. Miro alrededor. Seres humanos que abandonan el comedor. En una pared hay un enorme televisor. Sé que es un televisor, se su nombre, pero es la primera vez en mi vida que veo uno. Dos seres humanos se acercan a la mesa y me saludan. Les devuelvo el saludo, aunque es la primera vez que los veo, por una extraña razón, sé que son mis hijos, pero no los recuerdo, no se sus nombres.
FIN
Clive Wearing, un afamado director de orquesta británico, sufría una encefalitis en 1985 a raíz de un herpes que le dejaba gravísimas lesiones en el hipocampo, (que es la estructura cerebral encargada de la memoria) de manera que su capacidad de retención quedó reducida a tan solo 7 segundos. Perdió la capacidad de almacenar recuerdos nuevos (Amnesia anterógrada) así como la capacidad de recordar hechos acontecidos antes del accidente (Amnesia retrógrada) Evidentemente es uno de los casos, por no decir el caso de Amnesia más extrema del mundo.
Cada 7 segundos es un despertar. Él lo define como estar inconsciente.
Desde que comenzara el calvario de la enfermedad lleva un diario en el que anota sus “despertares”. Y, cada vez que hay uno nuevo, tacha el anterior indicando que el despertar actual es el real. NO tiene consciencia de haberlo vivido.
NO puede leer un libro, ver la televisión o mantener una conversación. Porque no recuerda haberlo hecho.
Sólo recuerda su nombre, a su mujer, que tiene hijos, aunque no recuerda cómo se llaman y tocar el piano magistralmente.
NO es consciente de saber música, ni de saber leer una partitura. Puede leerla y aprender melodías nuevas, pero nunca va a ser consciente de ello. Es la única cosa que sigue reteniendo en su almacén a largo plazo.